Desde el siglo XIX las actividades humanas son el principal motor de un proceso de cambio climático. La quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas; y muchas otras actividades que incorporó la humanidad, generan gases de efecto invernadero que “envuelven” a la tierra, retienen el calor del sol y elevan las temperaturas del planeta.
Existe consenso científico internacional y números que avalan la existencia e importancia de este fenómeno: según la ONU en los últimos dos siglos la temperatura del planeta aumentó a un ritmo más rápido que en los 2000 años anteriores. Las últimas cuatro décadas fueron las más calurosas desde 1850 y la última, 2011-2020, es la más caliente que se haya registrado en la historia.
La industria, el transporte, los edificios y la agricultura convencional perjudican al planeta de un modo imperceptible para el ojo humano, pero inapelable para la evidencia científica. Utilizar gasolina para conducir vehículos, desmontar bosques que liberan dióxido de carbono y volcarse hacia prácticas agrícolas que perjudican el medio ambiente son prácticas que tienen un costo: sequías intensas, escasez de agua, incendios graves, aumentos del nivel del mar, inundaciones, deshielo de los polos y disminución de la biodiversidad.
PRODUCTORES EN RIESGO
La red de productores de El Click Agroecológico lidia y sufre todos los años con la crisis climática. En febrero de 2023, por ejemplo, un incendio destruyó un bananal agroecológico en Orán, provincia de Salta. ¡Entre toda la comunidad Click los ayudamos a levantarse!
La sequía, además de dificultades en el riego, arrastra otro tipo de consecuencias derivadas del problema original: en diciembre de 2022 unas cotorras, en busca de alimentos que la sequía les negaba, arrasaron con un campo de arándanos listo para cosechar en Mercedes, provincia de Buenos Aires.
En los últimos años los perjuicios generados por la crisis climática a productores de la red El Click tuvieron al fuego como protagonista y se desataron en el contexto de La Niña, un fenómeno climatológico mundial que duró tres años, más de lo habitual, y en Argentina se manifestó a través de una sequía histórica.
LOS PROBLEMAS SIGUEN
La Niña terminó pero la preocupación continúa: durante la primavera de 2023 comenzó El Niño, un fenómeno climático que augura un aumento en la frecuencia e intensidad de las lluvias en las regiones centro, este y norte de Argentina.
Esto implica mayores riesgos de inundaciones, crecidas de ríos, tormentas intensas capaces de destruir cultivos y otros riesgos para los campos. El 16 de diciembre de 2023 se conjugaron varios factores meteorológicos, entre ellos El Niño, y la provincia de Buenos Aires sufrió una severa tragedia climática que incluyó la muerte de 13 personas en la ciudad de Bahía Blanca.
El Niño también se caracteriza por sus temperaturas muy elevadas. La Organización Meteorológica Mundial estimó que 2023 será “el año más cálido jamás registrado” y en noviembre ese pronóstico se materializó en Brasil, cuando se registró una ola de calor récord con 58,5° de sensación térmica en Río de Janeiro, entre otros hitos. Se estima que en Argentina estas olas de calor se sentirán con fuerza entre diciembre de 2023 y enero de 2024, especialmente en el norte y litoral del país.
Ya sea por falta o exceso de agua, o por temperaturas extremas, la crisis climática obliga a mantener las alertas encendidas de los productores agrícolas del país. La exposición a incendios, inundaciones, anegamiento de caminos, proliferación de plagas, maduración repentina de frutas y cortes de energía que dificultan el almacenamiento de alimentos son riesgos que para la agricultura se suponen eventuales, pero son cada vez más cotidianos.
RESISTENCIA AGROECOLÓGICA
El Click Agroecológico promueve una forma de producción cuyo objetivo es básico: la supervivencia. La actividad humana de los últimos dos siglos es la que está poniendo en peligro al planeta, las personas y hasta los propios medios de producción que construyó aquella Revolución Industrial. Esto solamente lo puede reparar el ser humano. Es decir, todos nosotros.
La agroecología es la prueba de que otro camino es posible. Así como las grandes potencias mundiales tienen la misión de crear energías que sustituyan a aquellas que provocan gases de efecto invernadero, en el campo de los alimentos se pueden generar condiciones de producción amigables con la tierra, el medio ambiente y las personas.
Cada productor de la Red Click lo demuestra en su trabajo diario. Cada consumidor lo comprueba cada vez que recibe sus frutas y verduras agroecológicas.
Comé sin agrotóxicos. Comprá a conciencia.